lunes, 31 de octubre de 2011

In- utilísima

Admiro a la gente que hace manualidades, a la gente que con dos o tres cosas que uno descartaría como basura, te arman “el” objeto, y encima parece que tardaron nada, o si tardaron  no te das ni cuenta, y vos decís ¿cómo hizo?
A ver: a mí quizás se me ocurren cosas para hacer, y de pronto me surgen un montón de ideas, y cuando me agarra la “ocurrencia” ayyy mamita! Ahí agarráte porque salgo cual fan enfervecida por la retacería, la mercería, la artística; compro retazos de tela, cintas de todos los colores, botones, cajas de cartón, acrílicos, todo, todo lo que veo y digo: esto me va a servir para tal cosa, esto para el mueble que voy a pintar, ¿papeles de decoupage?, sí, dame que llevo, no uno, dame 5, porque tengo la cajita para hacer, la lata para forrar, el mueblecito…  
En uno de esos ataques “utilísimos” como los llamo yo, estando todavía embarazada de Beni, le taladré tanto la cabeza a mi querido marido con una máquina de coser que se apareció con una un día. Y envuelta en la fiebre de la costura cosí patitas, batitas, baberos, todo en un par de días. Nació Beni, y  su nacimiento me hizo darme cuenta que por ejemplo:  hacer  batitas no es lo mío o los bebés nacen muy cabezones: ninguna le llegó a pasar por la cabeza; que los bebés tienen que mover las patitas adentro de los pantalones so, hay que hacerle el piecito un tanto más grande; eso sí: los baberos arrrmosos te digo, y se la re bancaron, todavía los usa Lola.
Beni creció, y  llegó Lola, y con Lola surgió la fiebre por hacer mantitas: ahhh sí, ahí le hice 3 mantitas de polar, una de algodón, almohadoncito al tono en patchwork (un laburo poco recomendable para almas inquietas) y nombre bordado (porque es corto viste?, sino ni loca). Hasta me animé y anduve regalando mantitas bordadas y almohadones coloridos. Pasó la fiebre de la costura y me agarró la locura por lijar y pintar. Durante 3 semanas (sí, 3 semanas, imagináte si tuviera que hacerlo en un programa de tv, me quedo sin televidentes) me afinqué en el balcón para que mis hijos no molesten y lijé y pinté una mesita de luz. Le puse onda, mucha onda pero a la mitad de la operación ya estaba aburrida. Ese es mi problema: si no termino rápido lo que estoy haciendo me aburro y lo dejo a la mitad. Ansias que se llaman vió? Y a veces por querer terminarlo rápido lo arruino, así funciono. Hete aquí que a la mesita en cuestión la quise abandonar , pero me la imaginaba en el rincón donde iba a ir y junté fuerzas y la terminé. Es de las pocas cosas que he empezado y terminado sola (si te tengo que ser sincera no está 100% terminada, faltaría una manito de laca pero creo que ya fue), y por eso la veo y estoy feliz.
Ahora hace meses que no toco la máquina de coser: empecé a cortar telas para hacer individuales: corté como para hacer una producción industrial eh, porque te dije que cuando me agarra la fiebre útil me agarra con todo: ahí están, arrumbados en un rincón esperando que los termine. Las cajas con decoupage las pinté, ahí están esperando que las termine. El mueble me mirá desde un rincón, con alguna telaraña, y me clama porque lo lije. Nada.
Por eso admiro a quienes tienen la dedicación para eso. Yo no. Si alguien tiene algún tip para quién suscribe, que se llena de DIY, moldecitos, links en favoritos y demás, de cosas para hacer pero que escasea en paciencia, será bienvenido.
Mientras tanto miro esta foto y con esto: Soy feliz, vamos que la vida es una fiesta
Aunque ni yo me lo crea todo esto lo hice yo!

viernes, 28 de octubre de 2011

Camino a la fama (y la venganza fue terrible)

De  los trabajos que tuve a lo largo de mi vida como individuo económicamente activo hubo dos o tres que rescato por haber sido los peores.
Entre esos dos o 3 está el de haber trabajado en el 112 o Servicio de Atención al Cliente de una empresa telefónica.
A ver, si les tengo que explicar en una palabra como es el trabajo solo diría: esclavo.
Todos los días me levantaba para ir a trabajar y solo deseaba que llegaran las dos de la tarde para irme a mi casa. Si alguien trabajó alguna vez ahí sabrá de qué le hablo. La cosa es que yo no soportaba más ese trabajo, pero, por otro lado, necesitaba el sueldo porque me mantenía sola, y si algo hay que reconocerle a este trabajo es que te pagan bien; y si sumamos a eso que trabajás seis horas y te deja tiempo para estudiar: bingo! Lo ves como el trabajo ideal cuando estás estudiando. Sí, quizás sea el ideal, pero no para alguien como yo, que posta me molesta mentir, y ahí la base casi exclusiva es saber mentir a la gente (ahhhh, vieron usuarios cuando les dicen que “en la próxima factura le reintegraremos xxxxx”, que “su reclamo ya fue tomado”: es tooooodo mentira jejejeje).
A fuerza de pensar en el “a fin de mes”, aguanté, aguanté y aguanté, pero nunca perdía la oportunidad de quejarme ante cuanto supervisor se me cruzara, y de defenestrar el trabajo ante quién me quisiera escuchar.
Al tiempo, y supongo cansados de tanto oír mis quejas, me transfirieron a otra de las empresas del grupo: felicidad absoluta. Me fui del 112 sin extrañar ni un poco, ni una pizca, nada de ese trabajo, pero me fui jurando venganza en honor a tantas horas malgastadas y a tanto malhumor generado.
Un día, alguien conocido me llama y me dice: ¿tengo un amigo que está haciendo una nota para un suplemento y necesita entrevistar gente que trabaje en Call Centers, te interesa, le paso tu número?
Y así fue como me encontré un día relatando mi experiencia por teléfono a un periodista del suplemento Sí! De Clarín.



Con recuadro y todo eh, ninguna improvisada
Ojo por ojo, diente por diente Telecom (solo se la perdoné la llama que llama porque me cae genial)
Por eso te digo viste? A mí la fama me vino de chica, años atrás pasé por Clarín, ahora por el Soy Blogger, no sé que me deparará el futuro, pero si me ves en la revista Hola! no te asustes, prometo no olvidarme de mi origen.

miércoles, 26 de octubre de 2011

El árbol, mi amiga y un yeso.

Tuve una infancia feliz. Feliz, divertida y con la posibilidad de jugar en la calle, de salir a chapotear en el  barro cuando llovía, de andar en bici hasta tarde, de dejar juguetes tirados en la vereda, de treparme a los árboles (sí, tengo un costado medio “cacho” diría).
Treparme a los árboles era mi mayor diversión, y lo era casi exclusivamente porque lo veía como el único modo de lograr lo que quería cuando era chica: quebrarme. Sí, así como lo leen, de chica yo quería quebrarme; quebrarme lo que sea, un dedo, un pie, con tal de que me pongan un yeso, estaba obsesionada con que me enyesen y llenarlo de dibujitos, y faltar a la escuela. Así que cada vez que trepaba a un árbol intentaba bajar de formas diferentes para ver si alguna vez cumplía mi objetivo
En mi casa natal había en la vereda un árbol del paraíso bastante alto. A fuerza de romper zapatillas y rajar pantalones  había logrado hallar la forma de treparlo: un pie acá, el otro, estirar el brazo hasta agarrar esa rama gruesa, un poco de fuerza y listo, arriba!
Ver la vida desde ahí arriba era otra cosa, y una vez que aprendí a subir, vivía más horas ahí arriba que en el piso.

Como todos, yo también tuve una mejor amiguita barrial, a quien a fuerza de que se llene de moretones, logré enseñarle a trepar el árbol y sumergirla en mi locura masoquista.
Fue con esa amiguita que una tarde de verano planeamos una gran bajada del árbol del paraíso: nos íbamos a tirar con un paraguas desde lo alto del árbol. Así que ahí llegó cada una al otro día con el elemento volador, y varios espectadores barriales observando la aventura
Recuerdo claramente que mi amiga tenía puesta una pollera de jean, con una hilera de botoncitos a presión en el frente. Recuerdo que nos acomodamos cada una en una rama, y ahí finalmente yo sentí que mi sueño se iba a cumplir, y lo mejor: acompañada. Mi amiga se paró en la rama, abrió su paraguas y se largó. Fueron dos segundos hasta que llegó al suelo. Y menos de dos segundos en los que se miró, la miré desde lo alto, y nos dimos cuenta que había llegado al suelo… en bombacha. La mala suerte quizo que la pollera se enganchara cuando se tiro y toc toc toc uno a uno se desprendieran los botones. Quedó en la vereda, con el paraguas en la mano, la pollera en lo alto del árbol y una vergüenza que creo nunca se le fue. No se cuanto tiempo estuve riéndome ahí sentada sobre esa rama, y ella terminó tentada también; en bombacha y muerta de risa en la vereda. Sí se que finalmente cuando se me pasó la tentación y me tiré finalmente con el paraguas, me olvidé de todas las formas que había planeado para caer y quebrarme, y caí parada.
Nunca más pude convencer a mi amiga de repetir la experiencia, y yo la intenté otras veces pero sin suerte.  Al tiempo al viejo árbol de paraíso en mi vereda lo sacaron y yo, yo me quedé sin yeso.
Cambiando de tema, pssss a vos te digo sí sí: si querés ver la vida en rosa, pegáte una vuelta por el face de OH! donde encontrarás cosas como estás:


lunes, 24 de octubre de 2011

La casa recomienda

Como festejo de aniversario elegimos pasar un día entero, 24 hs. , en Baires, solos, sin niños. Ya eso solo fue toda una aventura (las que son madres sabrán entenderme: fue la primera vez en 7 años que dejé a mis hijos una noche, mucho tiempo).
Así que aprovechamos para caminar hasta que nos salieron ampollas en los pies, literalmente, y de esas caminatas hoy les traigo estas recomendaciones.
Cuidando el billete
No hay paseo sin niños, en mi caso al menos, que no termine con regalos para niños. Supongo que tiene que ver con ese ser culposo que habita en mí que hace que aunque me vaya medio día vuelva cual Papá Noel. Imaginen esta vez que me fui un día entero! La idea tampoco era gastarme cientos de pesos, entonces la opción: el viejo y querido Once, o Eleven si lo quieren un poco menos wachiturro.
Yo no soy de las que visten de Mimo y Cheeky a sus hijos todo el día. Tienen su “ropita de cumpleaños y eventos” y ropa de combate, para gatear, ensuciar con pasto y chocolate digamos. Para esta segunda categoría de ropa muchas veces me abastezco en Eleven. Y si hablamos de ropa para niños barata (tampoco al punto de que le dure uno o dos días como me ha pasado por comprar en algunos lugares) hay que ir a Bukito. Bukito es un local bastante grande sobre la Av. Corrientes casi Pueyrredón, con subsuelo donde podés encontrar desde cochecitos, cunas, juguetes hasta ropa. Tienen un sector con prendas sin cambio, bastante pasables. Miráte este conjuntito a solo $29.90, una ganga. Hay cosas más caras también, pero esta madre quedó feliz con esto.

Continuando camino por av. Corrientes, en uno de los tantos locales de carteras y mochilas podés encontrar un maxi bolso como éste, super primaveral para ir de compras y llevarlo en su expresión mínima; después solo tenés que desabrocharlo y Eureka! : se transforma en un bolso ideal para cargar las compras del día. Este lo conseguís por la módica suma de $20 precio mayorista y se llevás más de 4 (pensálo como regalo de Navidad por ejemplo) están $14 cada uno. Otra ganga.


Por Palermo
En Palermo hay cada vez más locales, localcitos, ferias, bares, barcitos, restós, cafés, etc., etc. Etc.
No me canso de caminar por ahí y siempre descubro lugares nuevos. Si tuviera que  elegir un lugar para vivir que no sea mi casa sin dudarlo elegiría Palermo: soy fan declarado de ese barrio en todas sus variedades (Hollywood, Soho, Sensible y demases).




De nuestros paseos de estas 24 horas por ahí me vine con esto:
Todos los años agrego algún par de zapatitos a mi guardarropas veraniego. Pero señoras, qué caros están los zapatos!! Bueno, para ese inconveniente encontré la solución perfecta: si querés agregarle color a tus pies y no querés invertir una fortuna (imagináte comprarte estas sandalias en cuero por ejemplo y que el verano que viene la tendencia sea calzado negro o blanco: te querés matar) hay una feria de diseño sobre Borges, a una cuadra de la plaza Cortázar en diagonal a Taz, que tiene un stand de una marca que se llama Enter (están en face también si querés chusmear un poco más). Enter hace sandalias y botitas en telas coloridas. Las de la foto por ejemplo a tan solo 130 pesines. Tengo otras en color verde tipo botitas que ya tienen más de un mes y no se han despegado; listo, ya están amortizadas.

También sobre la misma calle pero a dos cuadras de la plaza para el lado de Av. Santa Fe, hay otra feria, más chiquita y menos comercial diría  (en la anterior tienen hasta posnet si querés pagar con débito o tarjeta) llamada "Palito, bombón, vestíte! (explicáme el nombre eh!) donde encontré unos vestiditos lindos, coloridos y muy usables a partir de $120, cifra bastante amigable no digas que no!
En el rubro deco, no pude, pudimos bah, porque el responsable fue marido, evitar la tentación y entrar en Capital, un local sobre la calle Honduras que agrupa objetos de diferentes diseñadores. Capital no es barato la verdad, pero tiene cosas tan lindas, que alguna vez vale la pena invertir un peso en ellas. Ahora por ejemplo tienen un sector de cosas en liquidación al 40 y 50%. De ahí vinieron estos vasitos en plástico (poco ecológicos pero sepan entender que tengo 3 niños chicos) que yo elegí en rojo pero hay variedad de colores para elegir a $6, y también vino a casa Mateo, este mate en silicona, que no fue  muy barato ($68) pero que considerando que en casa se rompen a razón de 3 mates por año más o menos, en poco tiempo estará amortizado.


Continuando con el rubro deco, y para confirmar que  tengo alma de ciruja – hasta en el festejo de mi aniversario anduve buscando antigüedades- sobre la calle Thames al 1500, hay un PH con un cartel de “se alquila”, que está rematando todo lo que tenía su dueño, un señor que trajo muebles de Malasia divinos! como este por ejemplo, que se transformó en el nuevo habitante de mi hogar por la módica suma de $400. Tienen que rematar todo antes de diciembre, así que apuren:  tienen cosas re lindas y muy baratas!

Ese es Cowe, el burro de Beni. Es casa con niños obviamente.
Para finalizar, aunque esto es tarea de la señora Mariani, recomiendo también:
·         La terracita y la comida de Quimbonbó (Costa Rica 4562): cocina de inspiración hindú, pero que no se zarpa con el picante. Buena experiencia para conocer sabores nuevos sin que el estómago te pase factura al otro día.
·         La ensalada de lentejas coral, almendras, ricota asada, espinaca y cherries de Natural Deli: desde el color hasta el sabor 10 puntos.
Y hablando de Alma Singer, vayan a ver Medianeras, película recomendada en ese blog a cuya recomendación adhiero 100%. Fui con marido, que es arquitecto, y salió contentísimo con tanta data de edificios y paneos de la edificación capitalina. Muy linda peli. 4 pochoclos diría Catalina Dlugi.
Si alguna data de esta les sirvió, de nada, estamos para servirle.

jueves, 20 de octubre de 2011

Thank you, mercy, obrigado, gracias!!!

Qué copado es esto de que tanta gente tenga tanta buena onda sin siquiera conocerse. No me canso de leer los mensajes que me dejaron por acá y en el blog de SPM: muchas, muchísimas gracias a todas las que me tiraron tanta buena energía, las que saludaron, las que felicitaron, las que vinieron a conocer a OH! gracias a ese post, muuuuchas gracias!!! Y un gracias especial a M, que generosamente brinda ese espacio en su blog para dar a conocer otros, eso, eso es buenísima onda!
Ahora, como ya somos amigas bloggers OH! avisa que por mañana se toma vacaciones -ah lalalala, la chica se hizo fama, y a menos de dos meses de arrancar ya deja el emprendimiento!-
Bueno, son mini mini vacaciones, como el emprendimiento -mini-. Mañana la señora OH! festeja 5 años de casada con señor marido, razón por la cual ha prometido no tocar el teclado de la computadora -eso excluye acceso vía celular marido eh!.
Sepan disculpar las molestias ocasionadas.
Y a vos marido, que desde el anonimato chusmeás todo, públicamente te agradezco infiniiiiiiitamente por todo el aguante, los consejos, el tiempo, los retos, las discusiones -síiii, te agradezco que discutamos a veces, es justo y necesario- el amor y la familia divina que formamos.
Eso, GRACIAS TOTALES. ♥


El lunes, el lunes volvemos con los platos, las tazas, el té y demases.
Au revoir

miércoles, 19 de octubre de 2011

Hoy no hay post, no hay post acá!
Todo lo que hay para decir está en Solo para mí! porque hoy señoras, hoy SOY BLOGGER!

Todos los créditos, copyright y demases debidos a la gran M.


Gracias M!!! por abrir el espacio para que se conozca a la persona detrás del personaje jaja, mejor presentación imposible!!
Pasen y lean!

martes, 18 de octubre de 2011

Fast Food

Uno de las cosas que me saca de quicio es que llegue la hora de cenar  y no saber que hacer para comer. Digo cenar porque, como en muchas casas que tienen una mamá que trabaja, la cena es donde despliego mi creatividad como cocinera jeje. En el almuerzo se sacan tupper de la heladera, se abren latitas, se lavan lechugas y se hornean milanesas, todo rápido, cero elaboración.
A la noche, mínimamente tengo que usar alguna otra hornalla porque sino me pueden hacer un piquete. Pero a veces a esta madre argentina se le acaba el repertorio, y no saber que cocinar la verdad me pone de mal humor. Por suerte tengo la facilidad de abrir la heladera y con lo que hay te armo algo que te dan ganas de comer, facilidad que adquirí cuando estudiaba, época en la que mi menú se basaba casi exclusivamente en arroz-atún-zanahoria-huevos-remolachas y tomates. Entre eso iba eligiendo y alguna que otra vez extraordinaria le sumaba un churrasco o una hamburguesa, eso ya era lujo.
Esta recomendación de hoy, sale de ahí, de abrir la heladera y ver que tenía un paquete de espárragos divinos, verdecitos, que originalmente iban a una tarta, pero que, siendo las 20:30, no podía ponerme a hacer (mis 3 diablitos se duermen muy temprano y la cena en mi casa no puede pasar de las 21:00; en breve en el verano estaremos cenando con sol creo).
Así que ahí fueron los espárragos, primero a un blanqueo rápido con agua bien hirviendo para que se ablanden un poquito nada más, y de ahí a una plancha vuelta y vuelta, junto a un diente de ajo,  para que se doren y queden crocantes. Antes de sacarlos de la plancha, sal parrillera, que queda buenísima con las verduras, pimienta (un toque) y jugo de limón. Lo servís con un huevo poché encima (o si te suena más conocido, pasado por agua) y un churrasquito (quien suscribe agregó unas papas horneadas en el microondas –trompetas y hurras para el querido aparatito!)- Voialá!!!! Cena resuelta en menos de 20 minutos.

Solo hay fotos de este momento. Debido al caos generado por la hora, el resto del menú no pudo ser fotografiado (nótese la hornalla prendida al lado, ahí estaba el huevo, conste en actas)

 Ah, obvio que si lo querés hacer más elegante, no tenés más que encargarte un platito de estos, y servirte los espárragos como si estuvieras comiendo en el Palacio Duhau.



Platos OH! of course.

viernes, 14 de octubre de 2011

Gracias!!!

La cercanía de la fecha indica que debería decir Feliz día de la madre!
Pero cuando llega esta fecha, yo que tengo la suerte de ser mamá ya, pienso que los regalos, los saludos, el abrazo, se los tengo que dar a quienes hicieron que sea mamá, a mis hijos. Yo no sería mamá sin ellos!
Así que para las mamás blogguers  que pasen por acá y para las que no lo son pero que tienen o han tenido una mamá que seguro, segurísimo hizo algo de lo que dice este texto, se los dejo de regalo. Alguien me dijo que es de Isabel Allende, no se si es o no, pero realmente vale la pena leerlo.
Por mi parte millones y eternas gracias a Valentino, Benicio y Lola! por darme el título!





DE UNA MAMÁ A SUS HIJOS

Siempre que quieren hablar de madres en la televisión
muestran mujeres con chicos en los brazos, sonrientes,
dulces, cariñosas, sin una pizca de cansancio,
espléndidamente maquilladas y a eso agregan maravillosas
frases de posters.

¡¡Mentiras !!!
Las mamás no somos abnegadas amantes del sacrifico y
aguerridas guerreras que todo lo pueden.

Las mamás lloramos abrazadas a la almohada cuando nadie
nos ve, pedimos la peridural en el parto
y puteamos en 17 idiomas cuando tenemos que poner el
despertador a las 2 de la mañana para ir a buscarlos a una
fiesta.

Cuando les decimos que no se peleen con ese compañerito
que les dice 'enano' o 'cuatro ojos', y les
damos toda clase de explicaciones conciliatorias, en
realidad querríamos tener el cogote del pequeño verdugo
entre nuestras manos.

Y también pensamos que la vieja de geografía es un mal
bicho cuando les baja la nota porque no saben cuántos
metros mide el Aconcagua que, al final, a quién cuernos le
importa.
Pero no lo podemos decir…
No es que nos encante pasarnos horas en la cocina tratando
de que el pescado no tenga gusto a pescado y disimulando las
verduras en toda clase de brebajes, en lugar de tirar un
Patty a la plancha.... Es que tenemos miedo de que no
crezcan como se debe.

No es que nos preocupe realmente que se pongan o no un
saquito... Es que tenemos miedo de que se enfermen.
No es que los queramos más cuando se bañan.... Es que no
queremos que nadie les diga roñosos.
No lo hacemos por Uds. Lo hacemos por nosotras.

Porque ser mamá no tiene que ver con embarazos, pañales y
sonrisas de aspirinetas.
Tiene que ver con querer a alguien más que a una misma.
Con ser capaz de cualquier cosa con tal de que ustedes no
sufran. NADA, nunca, jamás.

Ustedes nos hacen felices.... cuando les encantan nuestras
milanesas, cuando nos consideran sabias por contestar todas
las preguntas de los concursos de la tele.
Cuando vienen llorando a gritos porque se rasparon la
rodilla y nos dan la posibilidad de darles consuelo y
curitas.

Cuando recién levantadas nos dicen, qué linda que estás, mamá.
Ustedes nos hacen mejores.
Nos dan ganas y fuerzas. Nos comeríamos un gurka crudo
antes de que les toque un dedito del pie. Nos lavamos la
cara y salimos del baño con una sonrisa de oreja a oreja
para hacerles saber que la vida es buena, aunque nos vaya
como el reverendo...

Cantamos las canciones de Chiquititas y vemos Barney y
escuchamos a Los piojos y compramos Nopucid y repasamos 500
veces la tabla del 2 y arreglamos el carburador para llevar
a los pibes a fútbol, a inglés, a dibujo, a la psicóloga,
a basquet, a volley, a danzas, a la casa de la amiga, a la
maestra particular, al dentista, al médico, a comprar un
pantalón...

Y armamos 24 bolsitas con anillitos y pulseritas y tratamos
de que la torta parezca un Pikachu
y nos buscamos otro trabajo y sacamos créditos y nos
compramos libros y vamos al psiquiatra
y al pediatra y a los videos y negociamos con los maestros
y los acreedores y recortamos figuritas

y estudiamos junto a ustedes ríos, provincias, las
capitales de los países de Europa y nos ponemos lindas y
nos enojamos y nos reímos y nos salimos de quicio y nos
convertimos en la bruja y la princesa de todos los
cuentos....

Sólo y exclusivamente para verlos felices.
VERLOS FELICES ES LO QUE NOS HACE FELICES. Ojalá
pudiéramos pegar el mundo con cinta scotch (como el velador
que cayó en combate en la última guerra de pijamas party),
para que fuera un lugar mejor para ustedes.

GRACIAS POR HACERME SU MAMÁ. GRACIAS POR HACERME TAN
IMPORTANTE.
Gracias,
por esas porquerías que hacen en el colegio con corchitos y
escarbadientes (que casi nunca entiendo para que sirven pero
guardo religiosamente),

Gracias por los abrazos, los besos, las lágrimas, los
dolores, los dientes de leche, las cartitas, los dibujos en
la heladera, el Amoxidal
por tantas noches sin dormir, los boletines, las plantas
rotas del jardín por jugar a la pelota,

por mi maquillaje arruinado por ser usado para jugar a la
mamá, por las fotos de la primaria .....
Son mis mejores medallas. Gracias porque LOS AMO. Y ese, es
el amor que me hace grande.
LO DEMAS ES MARKETING. 

miércoles, 12 de octubre de 2011

Back to the roots

A ver si volvemos a las raíces y recordamos que en este blog también mostramos objetos eh!
Cuando encontré este juego en el momento no presté atención, pero miren el monograma!: CK!

Fue un regalo de casamiento para unos esposos suizos

Y dejando de lado colores políticos, la verdad es que es tan hermoso!
Ya está reservado!

Café romántico




Trío verbano, impecable!
RESERVADO

En otro orden de cosas estoy más feliz que perro con dos colas diría mi abuela (porqué se supone que un perro con dos colas debería ser más feliz? )
Miren el verdorrr de mis hierbas!


Mandarinero!






En riguroso de mayor a menor: romero, orégano, tomillo y salvia (infaltable con unas batatitas hervidas, doradas en la sartén con un poquito de manteca awww la vida es una fiesta diría Montaner)

Acá, don curry (para una pechugas de pollo a la plancha aburridas, esto + limón y es un golazo) y perejil crespo (pariente de Elvis, y acá la arruiné?)

Y mi adorado limonero,
Tener un limonero en el patio no tiene precio, para todo lo demás existe la verdulería



martes, 11 de octubre de 2011

La vuelta al mundo en 10 horas

En mi ciudad, y desde hace tres años, se festeja para esta fecha el Dïa del Inmigrante. Es un festejo que dura casi todo el día, donde participan las colectividades que tienen representación acá. Hay bailes típicos, patio de comidas de cada colectividad (una perdición la verdad!) y se elige a la reina.
Este año la fiesta se hizo ayer, y aunque el tiempo no acompañó mucho, es un evento al que vale la pena ir.
Acá el día del Inmigrante en fotos


La colectividad croata

De la colectividad vasca una cazuela que estaba 1000 puntos!

De la colectividad árabe shawarma de cordero.

Mi pequeño Beni, feliz después de haberse comido 2 empanadas árabes

La gente se copó y se armó baile

El más vistoso entre la gente sin duda

Un poco de España...

Un poco de baile gallego...


La colectividad laosiana y esa pequeña laosianita que era un amor

Un poco de Italia...
No llegué a fotografiar toooodo lo que comí la verdad: pero a lo mostrado sumen empanadas santiagueñas, empanadas árabes, cazuela de pollo vasca y pañuelitos de batata santiagueños también. Feliz me fui, sépanlo, y con dos mil quinientas calorías encima, pero ojo, no eran calorías cualquiera, fueron calorías extranjeras ja.

viernes, 7 de octubre de 2011

De Dalmiro y Donato

Yo crecí en una ciudad donde a los famosos solo los veías por la tele. O si te instalás en el Atalaya de la ruta durante el verano quizás tenías suerte y alguno bajaba a comprarse una medialuna, sino casi imposible. Y como la mayoría de los habitantes de ciudades chiquitas si veías a alguno no lo podías creer!
Cuando llegó el momento de decidir adónde irme a estudiar elegí Baires. Cargué mi colchón, una radio a pilas, olla y una tetera y caí en pleno Palermo. Obviamente empecé a cruzarme con gente que yo veía por la tele hasta no hace mucho! Mirá Leticia Brédice!, mirá Antonio Birabent!, mirá, y así… y cada vez que me cruzaba a alguno sentía que tenía que aflorar mi cholulo interno, pero no, no había caso, no me salía. Solo me limitaba a mirarlo y nada más.
Al poco tiempo de estar en la gran ciudad fui un día a la feria del Libro y en un stand veo que había un escritor firmando ejemplares. Era Dalmiro Sáenz. Yo lo conocía de nombre, pero ni idea cual era la obra del señor. Justo un tiempo atrás había leído en una revista Caras (Caras sí, se ve que Don Sáenz sí era cholulo) una nota donde Dalmirito mostraba su casa: una mezcla de elegancia clásica con toques cool de muebles reciclados e intervenidos por él. Entre las cosas que contaba en la nota decía que una vez, cuando estaba armando su comedor, salió a la calle y vio a unos obreros dejando un armazón de esos donde se enrollan los cables en la vereda, así que pidió permiso y se lo llevó. Con eso, previa lijada y demases, se había armado su mesa de comedor. Cuestión que en el stand no había mucha gente esperando entonces  me puse en la cola. Repito: no sabía nada de su obra, no tenía idea que estaba firmando, lo que sí sabía era que tenía que animarme y conseguir una firma. Así que cuando me tocó el turno le día una hoja de cuadernillo para que me firme, y le tengo que decir algo! , pensé, entonces mientras me firmaba le digo:
-          Qué linda la mesa de su comedor!-
A lo que el tipo levantó la vista y me miró como diciendo: ¿qué te fumaste? Ahí no sabía si salir corriendo, si largarme a llorar, pero junté coraje y le insistí:
-          La vi en la revista caras hace un tiempo, leí que la hizo con un carretel de cables.
Y se empezó a reír a carcajadas. Cuando dejó de reírse me contó que sí, que era verdad, y que la mesa ahora la había donado para hacer una subasta, y me entregó la hoja con la firma.
Creí morir de vergüenza la verdad. Y juré que nunca más iba a dejar que aflorara el cholulo.
Pasó un tiempo y  cuando me empezó a gustar el tema de cocinar y tuve finalmente un televisor en mi departamento, el canal EL Gourmet consumía mis horas libres de estudio. Me fanaticé con Narda, Dolly, Donato, Iwao.
En esa época se hacía la Expo El Gourmet, y yo sabía que iban a estar todos ahí. Gracias a un amigo que me consiguió un par de entradas fui. Y cuando llegué, veo que entre los stands y puestitos había una especie de barcito donde estaba cocinando Donato. ¡Qué emoción! Era mi momento! Me acerqué a la barra y cuando, otra vez, junté coraje para saludar, me contestó tan mal que me sentí como se debe sentir una hormiga cuando la pisan, horrible. Pero igual me senté en las mesitas y  pedí un sándwich. Sos todo mentira entonces! Nada de ese italiano simpático que se ve en la tele eh!, esto no va a quedar así. Terminé mi sándwich, pedí la cuenta y antes de irme: me robé la carta (era adolescente eh, sepan disculpar, eso no se hace)
Así que querido Donato, sabé que alguien una vez se llevó de tu stand una carta divina, llena de colores, que fue a parar a la decoración de una cocina.
Yo expío mi pecado pero vos Donato: la tenés adentro. Ja
Pd: vamos con Antonio y este tema ideal para un día como hoy

martes, 4 de octubre de 2011

Guarda Dolly!

He dicho muchas veces que me encanta cocinar, que mi pasión por la vajilla empezó por ese lado, que hice algún curso de cocina hace tiempo, que invierto mucho en libros de cocina y etc., etc.
Ahora me he dado cuenta que mucho bla bla bla y nada de hechos, hechos registrados en fotos. Por todos lados veo blogs con recetas de cocina. Yo que tengo un blog donde muestro vajilla mínimamente debería publicar alguna receta.
Hace quince días fue el cumpleaños de mi pequeña Lola, y entre todas las cosas que cociné hice esta tarta  que está publicada en el libro de Juliana López May, libro que recomiendo 100%, por las recetas, por la estética, por todo. Es la combinación perfecta entre recetas buenísimas y fotos alucinantes (Vero Passman: alabada seas).
De esa receta obvié la harina integral (perdón Juliana!) dupliqué las cantidades para la masa, hice esa tarta fabulosa! (chocolate blanco + leche de coco y estás en el paraíso) y frezeé el resto.
Este finde en un ratito que me dejaron libres mis tres pequeños saqué la masa del freezer y puse manos a la obra.
Hoy: tarta de coco y dulce de leche (la tengo con el coco eh!)
Ingredientes
  • Receta de masa de Juliana
Relleno:
  • Dulce de leche: a ojo. Si tu ojo es medio light pondrás poca cantidad, mi ojo pidió poco más de medio kilo; fijáte, el dulce de leche es “el” protagonista de esta tarta.
  • Coco rallado: calculá unos doscientos grs.
  • Azúcar: misma cantidad que de coco
  • Huevos: yo usé 3, poné en principio dos y fijáte la consistencia
En acción:
Antes de sacar el palo de amasar tenés que encenderme el horno Silvita. Horno precalentado es eso: precalentado, ni más ni menos. Quince, veinte minutos antes de ponerte a hacer algo, prendé el horno a la temperatura en que vas a cocinar la tarta. Si lo prendés justo antes de poner lo que va a adentro el horno va a tardar 15’ en llegar a 180º, o sea 15’ de una cocción que arruina la masa.
Ahora sí, prendiste el horno, me estirás la masa. Yo particularmente no me llevo bien estirando masas con cierta cantidad de manteca, se me rompen; se me rompían bah, hasta que vi a la genial Narda Lepes (a tus pies Narda, sos lo más, ya te dedicaré un post enterito!), estirando la masa directamente sobre el molde (eso obvio si tenés molde desmontable: sacás la base apoyás la masa, palote hasta los bordes y voailá! masa estirada). Sino vas cortando pedacitos y estirando con los dedos; y si te animás y la estirás sobre la mesada la envolvés en el palo de amasar y la traspasás tranquilita y sin apuro.


Una vez que hiciste esto, vamos con el dulce de leche. Sobre la masa cruda, cruda sí! Colocás la cantidad de dulce de leche que a vos te haga feliz (mientras metés la cucharita y es un poco para la tarta otro poco para vos) y la desparramás sobre la masa. Hecho esto vamos por la cobertura.

En un bowl mezclás: el coco rallado + azúcar + huevos hasta formar una crema, no muy líquida por favor! Sino tu horno se acordará de mí, y vos también.





Con esto cubrís el dulce de leche por completo. Llevás a horno, que ya inteligentemente habías precalentado a 180º, y cuando notes la cubierta doradita y el olor en tu cocina ya no deje más opción que abrir el horno y comerte un pedazo, ya está: tarta hecha.



Coco + dulce de leche= felicidad absoluta. Sino mirále la cara a Lola

Plato masitero OH! of course. Hay algunos en el face, entrá, no seas tímida.


Sigo haciendo honor a mi blog, ayer aceptamos la edad, hoy cocinamos. Agarráte Dolly Irigoyen!