Ya pasó casi un año desde la
última vez que escribí. 10 meses exactamente. Mucho tiempo. En estos diez meses seguí recibiendo muchos comentarios en el
blog pese a no escribir. Recibí mails, mensajes, leí otros blogs, pensé en volver a escribir, pensé en
cerrarte querido amigo.
Hace casi exactamente un mes
cumplí años. Y entre los muchos (y lindos regalos que recibí) me regalaron una
consulta para hacerme una Carta Astral y algo que se llama Revolución Solar.
Hace tiempo venía con ganas de hacer algo así. No era por pura y simple
curiosidad; era más bien como una especie de necesidad interna. Se ve igual que
tan interna no era, o yo la estaba exteriorizando
mucho, porque mi querido hermano y su novia me cayeron con la invitación a esa
experiencia.
No viene al caso que explique que
es una Carta Astral porque no es mi “metier”. Sí vale la pena decir que fue una
experiencia de lo más enriquecedora en lo personal, que me dejó en algunos
momentos bastante asombrada. Es muy loco que alguien te diga tanta data junta
de tu vida sin conocerte.
Entre todas las cosas que me dijo
en esas dos entrevistas es que yo tenía que volver a lo que me hacía bien. Que
había algo que yo había empezado hace un tiempo que era lo que me hacía
verdaderamente feliz.
Llegué a mi casa con la sensación
de que me estaba olvidando de eso. De hacer algo que me haga feliz a mí, a Clo.
Pasaron 10 meses… 10 meses con la
cabeza envuelta en caos de zapatos, colecciones de ropa, inviernos, verano,
cheques, proveedores… 10 meses de hijos que crecen a velocidad impensada, de
navidades, cumpleaños, fiestitas escolares, tablas, pruebas… 10 meses que se me
pasaron volando… 10 meses en una vida es un montón de tiempo.
En el medio de estos 10 meses,
hace muy poquito tiempo, falleció el papá de quien había sido una de mis
mejores amigas en la adolescencia, y de la que luego, por cuestiones varias de
la vida, me distancié. Falleció, así sin más, de un día para otro. Y yo, que me
había criado en esa casa, no pude menos que caer en la cuenta de que no paré.
En estos diez meses no paré. No paré a disfrutar nada.
Por eso, hace días que vengo
pensando en volver a escribir acá. Porque este espacio es parte de las cosas
que me hacían bien. Y si hace bien, hay que hacerlo. Por eso hoy me encuentran
sentada acá, tipeando esto, mientras trabajo.
Parando, haciendo una pausa…